Bosina Altavoz Granni 

Había una vez un niño llamado Juan que tenía un perro llamado Bruno. Bruno era un perro muy grande y de color café. Juan y Bruno eran los mejores amigos. Juan y Bruno iban juntos a todas partes. Iban al parque, a la playa, a la granja con su amigo Clifford, a la mansión con su amigo Rocky, a la casa de la abuela y al zoológico. En el parque, Bruno jugaba a la pelota con Juan. En la playa, Bruno nadaba en el mar. En la granja Bruno se divertía persiguiendo animales con Clifford. En el patio de la mansión de Rocky hacían huecos para esconder huesos. En la casa de la abuela, Bruno jugaba con los niños. En el zoológico, Bruno veía a los animales. Un día, Juan y Bruno estaban jugando en el parque cuando se distrajo con una gata blanca de manchas negras. Corrió para perseguirla hasta llegar a un árbol, donde la gata se subió. Después de ladrar por un rato se cansó y decidió buscar a Juan, pero después de caminar un rato se dio cuenta de que estaba perdido en el bosque. Allí pasó un día, tenía hambre y frio, sólo pudo sobrevivir por una chica, con cabello de fuego que resplandecía y lo cuidaba. Ella sabía que Bruno no era malo, sólo quería jugar con la gatita manchas . Caminando por el bosque encontraron a un león que se sentía mal por la muerte de su padre, juntos hablaron sobre lo importante que es pensar antes de hacer las cosas. Juan estaba muy triste. No sabía qué hacer sin su amigo Bruno. De repente, Juan escuchó un ladrido. Miró hacia arriba y vio a la princesa de fuego que traía a su amigo peludo. Bruno había vuelto a casa. Juan estaba muy feliz. Abrazó a su amigo Bruno y le dijo que nunca más lo dejaría ir. Cuando Bruno se enteró de la muerte de Clifford lloró y se puso triste. Así pasó mucho tiempo junto a su amigo bruno. Ellos le pidieron a la princesa de fuego revivir a su amigo pero ella les dijo que no podía hacer eso. Ellos se entristecieron y prometieron recordar lo siempre.